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lunes, 30 de mayo de 2016

Logroño-Zenzano-Santa Marina-Reinares-Bucesta--BTT

Esta es una ruta de las que llamo “cabalgadas”; transcurre en su mayor parte por buenas pistas rodadoras, pero hemos querido recorrer un corto trayecto por senda, que aunque poco fluido, yo lo catalogaría de imprescindible, si no nos queremos perder la esencia de las casi olvidadas Alpujarras riojanas.
Partimos temprano desde Logroño con el tiempo algo revuelto. Vamos a recorrer 80Km  acometiendo un desnivel acumulado de unos 1260m hasta la población habitada más alta de La Rioja, Santa Marina, perteneciente al municipio de Santa Engracia de Jubera.
Nos dirigimos hacia Alberite y de este hacia Ribafrecha; es agradable ciclar junto a los verdes campos en esta lluviosa primavera.
Ciclamos con tranquilidad, elegimos no coger atajos por ahora, así que tras un tramo de carretera  por la LR-346 iniciamos el largo, largo ascenso.
Primero acometemos las revueltas de la pista que superan el desnivel hasta Zenzano (1003m.) y decidimos adentrarnos por la aldea que depende de Lagunilla de Jubera para visitarla un poco más a fondo.
Barranco de Baún,Lagunilla de Jubera al fondo
Zenzano







Continuamos con el ascenso por la buena pista, bordeando El Rebollejo y adentrándonos 
en un bosque de pinos, que más adelante será de robles. Ciclamos muy cerca de la divisoria del río Leza y del Jubera, teniendo a nuestra izquierda el barranco de Baún.
Pasamos junto a varios corrales en ruinas y llegamos a Los Agriones, donde existen varias cruces de pistas que nosotros desechamos para seguir subiendo. La temperatura baja por momentos y el tiempo se vuelve más húmedo a medida que nos acercamos a Peña Horcajada (1335m.).
Cabecera del Barranco de Baún
Los Agriones
Un rápido descenso bordeando la Dehesa nos acerca a nuestro destino, Santa Marina. En esta bonita y reconstruida aldea nos espera un reconfortante avituallamiento caliente junto a una estufa de leña, en el hogar de unos amigos.
Santa Marina
Reconfortados, nos ponemos otra vez en marcha y nos dirigimos en descenso por la carretera LR-477 hasta un camino que sale a nuestra izquierda ,en un claro a unos 1750m desde la aldea.
Bajamos por un camino un poco destrozado por el paso del ganado , que se adentra entre los robles rebollos hacia el barranco de Santa Engracia.
Entramos en otra “dimensión”, un lugar por donde ya pocos se adentran, es un buen ejemplo de lo que son las “Alpujarras Riojanas” hoy en día, soledad, abandono y naturaleza viva a raudales.
El camino se ve invadido por la estrepas (jaras) y atraviesa el arroyo gracias a un viejo puente rodeado por las matas.
Toca ahora desmontar para entrar en subida al despoblado de Reinares, donde aún permanece altiva, aguantando los elementos,-no por mucho más tiempo-, la espadaña de la iglesia de San Miguel.
Viejo puente que da acceso a Reinares
Reinares,iglesia de San Miguel

Dejamos atrás Reinares y marchamos por una bonita senda, que encuentro con muchas más piedras y ramas que otras veces, por lo que el transito se nos dificulta, hay tramos en los que debemos desmontar de nuestras “cabalgaduras”. Después del precioso tramo de senda de unos 1800m entre robles y con las vistas del barranco a nuestra derecha, nos incorporamos  a una pista de tierra que nos acerca a otra aldea, un poco rehabilitada, Bucesta.
Tras la pista Bucesta
La circunvalamos primero en ascenso y luego llaneando, dirigiéndonos hacia el E, al lugar donde se erige imponente la Iglesia Vieja. En este lugar se situaba el viejo pueblo de Bucesta antes de que desapareciera con motivo de una epidemia , trasladándose más tarde a su actual ubicación. Visitamos el interior de la iglesia gracias a unas personas que de forma altruista la están reconstruyendo.
Iglesia Vieja de Bucesta
Continuamos nuestro camino atravesando varias barranqueras en un descenso progresivo. Pasamos junto a los corrales de Filiporrio y poco a poco podemos ver a nuestra derecha (E), Santa Cecilia.
Santa Cecilia
Zenzano en la lontananza
Cambiamos bruscamente hacia el O, bajando al bonito barranco que ha horadado el arroyo Baún, incorporándonos de nuevo al pistón que hemos ascendido al principio, y que ahora toca bajar. Decidimos atajar en el descenso e incorporarnos a la izquierda al camino de Santa Cecilia que nos conduce hacia Ribafrecha y de esta a Alberite por un camino con pocos sube y bajas.

Ha sido una  ruta de BTT larga e intensa, donde la climatología puede pasar factura, pero que aporta grandes y variados alicientes, recorriendo lugares únicos y poco transitados.
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viernes, 13 de mayo de 2016

Atalayas y Sendas junto al Ebro--BTT

Atalayas y Sendas de la margen izquierda --BTT
Esta es una muy corta ruta en BTT, aunque de carácter difícil, donde lo que se busca es poner en valor, recorriendo unos espacios altamente degradados y marginados, pero que nos  proporcionan unas espectaculares vistas  y donde podemos jugar  según nuestro nivel técnico de experiencias siempre intensas.
Comenzamos ascendiendo por pista asfaltada del Camino de Santiago y más adelante de tierra al Monte Cantabria (Vértice  Geodésico 492m.), donde su cima alberga unas ruinas preromanas y medievales de alto valor y que están totalmente “dejadas de la mano de Dios”.
 Ribera izquierda del río Ebro a su paso por Logroño
Logroño desde el Monte Cantabriade 492m
 !Vamos allá...!
Admiro por unos minutos las vistas y desciendo por una espectacular senda que desciende hacia el W casi al filo de la ladera, con una proyección que no olvidareis hay otras opciones  más endureras o de DH (Down Hill o descenso), no aptas para mi nivel .
Senda que desciende hacia el W
Tras bordear una viña salimos a la pista de subida e intento varios atajos que encuentro cerrados por la vegetación y la maleza; me incorporo al Camino del Plano para dirigirme hacia la segunda atalaya sobre la margen izquierda del río Ebro, el Monte El Corvo.
Este espacio natural me parece más deteriorado y ninguneado aún más si cabe, donde campea la erosión y donde puede ser poco recomendable ir solo.
La opción que tomo de ascender, es por una senda en diagonal y con zigzag, que resulta “ciclable” en gran parte, justo hasta cruzarme con otra senda DH que baja de la cumbre.
Desmonto los últimos metros para llegar a la ante cima donde realizo ciclando un recorrido panorámico, antes de subir desmontado al V.G. del Monte El Corvo (489m.).
Monte El Corvo (489m.).
Después de una parada para recuperarme, avituallarme y admirar las vistas, vuelta a bajar con rumbo W por senda, por la opción más lógica de subida que encuentro cada vez en peor estado.
Hacia el W ,hacia  La Fonsalada
Desemboco en el Camino de los Carboneros y reconozco varias curvas de un circuito de motocross en el término de Valparaiso,-curioso nombre para el lugar-, saliéndome de él en la curva más alta.
Ahora le toca a la tercera modesta elevación de esta divertida y soleada tarde de primavera, la loma de La Fonsalada (446m.) a la que accedo por otra senda.
Todos estos pequeños montes guardan cicatrices por la erosión y por explotaciones de extracción de gravas, esta loma por su situación es menos visitada que las otras, sino es por los amantes del enduro (motos, quads y bikers).
Vistas (E) desde la loma de La Fonsalada (446m.)
Bajo por una pedregosa senda hacia el E. que me parece  “asequible” y con un patio imponente. Esta senda tras un zig zag se prolonga más horizontal y con más flow, llegando así a la ladera S. del Monte el Corvo. Descendiendo desde la viña en picado por la senda más pedregosa  y en pendiente (la otra es más de “subida”), hacia la gasolinera de la C/Avda. de la Sonsierra.
Senda hacia el E. desde La Fonsalada
Para bajar pulsaciones atravieso el río por el puente de Sagasta y solo me queda para terminar un siempre gratificante recorrido por la senda que recorre la margen derecha del Ebro por el término de La  Guillerma.
Flow ,flow !
La  Guillerma (margen izquierda)
Una ruta corta pero intensa, que no dejará a nadie indiferente (en todos los sentidos) y que a pesar del degradado entorno nos proporcionará flases que no olvidaremos.

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Atalayas y Sendas II de la margen derecha --BTT
Para empezar o terminar, en muchos casos, suelo utilizar el recurso de recorrer las riberas del río Ebro,  será porque desde mi niñez sigue jugando… en las orillas de este caudaloso rio.
Desde las proximidades de la ermita del Cristo del Humilladero me dirijo hacia una asequible senda que me gusta recorrer a modo de atajo cuando troto por estos lares, la senda N del Monte El Cristo.
La  Guillerma (margen izquierda)
Ermita del Cristo del Humilladero
Senda N del Monte El Cristo.-a ver si conseguimos que no se cierre-
Recorro el GR-99 del Ebro y tras un atajo bordeando una viña, me encamino hacia El Castillo. Esta torre fue un antiguo telégrafo óptico, dentro de una línea que a modo de barrera del ejército isabelino controlaba y daba la voz de alarma sobre los movimientos y acciones de las tropas Carlistas en el S.XIX, y que corona el cerro Cuesta la Isla de 554m.
El Castillo, torre que fue un antiguo telégrafo óptico de SXIX,
Disfruto de las vistas siempre sugerentes de la Sierra Cantabria y elijo descender por una de las trialeras de El Cortijo que aún no había bajado (la había “subido corriendo”), Me refiero a la de la senda de la cara E, que primero desciende de forma suave, y más adelante con mucho más desnivel entre la coscoja, y que desemboca en picado en la pista de la ladera N,-¡Ojo con la parte final!-.
Senda de la cara E con un tramo final heavy
Me dirijo ahora, hacia el llamado Rincón, conocido por otros como monte El Puntal .Una divertida, estrecha y vistosa senda recorre a media ladera su vertiente oeste. Desciendo hacia la izquierda buscando la ribera del río y opto por regresar al cruce de pistas donde hay un reloj de sol.
El Rincón o monte El Puntal 
Senda de la ladera oeste
reloj de sol
Esta pequeña pero intensa ruta sobre sendas y atalayas de la margen derecha del rio Ebro, no estaría completa , si no volviera a El Castillo y descendiera ahora por sus trialeras más conocidas, las sendas de la cara W. La trialera superior e inferior con varios escalones, barranqueras y vistas de vértigo, descendiendo primero a la pista y más adelante hacia el barrio logroñés de El Cortijo, tras un tramo sobre el lomo de este dragón imaginario. La erosión de las trialeras exige extremar la precaución y controlar la velocidad en la bajada.


Regreso a casa sano y salvo ;) tras unas cortas, pero intensas y divertidas tardes de All Montain & Singletracks.
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